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viernes, 25 de febrero de 2011

Tigre

Hoy os voy a presentar un dibujo que me ha llevado su tiempo hacerlo pero con el que me he sentido muy agusto desde el primer momento. Los que acostumbran a dibujar o pintar entenderán lo que digo, y es que hay trabajos con los que hay que "luchar" continuamente y otros que parece que el pincel, o los lápices, como en éste caso, dibujasen solos.
Creo que eso se notará en el resultado final. Paso a mostrároslo:


Sanguina y lápices de grafito. 29.5 x 21 cm. Precio: 20 €

Descubrí cosas muy curiosas sobre los tigres. Os cuento las que más me llamaron la atención:
-Es el tercer animal del horóscopo chino.
-Es incapaz de ronronear.
-Es el más grande de los felinos.
-Las rayas de un tigre son irrepetibles, como las huellas dactilares en las personas.
-Nacen ciegos.
-Los tigres adultos tienen 30 dientes.
-De cada 20 intentos de caza, sólo acierta en uno.
Y para mí el más curioso: El tigre al igual que en su pelo, tiene rayas en su piel.

Bueno, espero que os hayan gustado las curiosidades, pero sobre todo, que os haya gustado el dibujo.
El dibujo fué realizado con lápices de grafito de distintas durezas y lápiz de sanguina.
(Ah, y no olvidéis que lo podéis ver mejor clicando sobre la imagen.)

El dibujo está realizado con lápices de sanguina y grafito en papel de dibujo de 30 x 21 cm.

martes, 22 de febrero de 2011

Mueble para colección.

Llevo unos días trabajando sobre un dibujo de un tigre; pienso que va muy bien y no quiero lanzarme para acabarlo, como muchas veces hago...Así es que entre tanto os mostraré un mueble que hice hace algo más de tres años para mi hijo.
En su día me hablaba de lo mucho que le gustaba la colección de su hermana de gomas de borrar, y que a él le gustaría hacer una colección, pero que no sabía de qué. Se me ocurrió que podía ser de chapas, y como la idea le gustó, le prometí que si seguía adelante con la colección le haría un mueble para guardarlas.



Éste fue el resultado. Lo hice con cinco cajones a modo de bandejas, con las cinco letras de su nombre (Gorka). En la parte superior puse lo de "Mi colección" y su nombre en chino ( o al menos eso ponía en la página que lo encontré).


Todos los amigos, vecinos y gente que conocemos nos fue dando chapas de innumerables países que él fué pegando con ayuda de esa especie de escalera que véis más clara. Con esa pieza las ha podido ir pegando alineadas.


En la base le puse una dedicatoria personal, que esa queda solo para él. 
A día de hoy tiene más de 400 y ya no le caben en el mueble.

sábado, 19 de febrero de 2011

La chica del sombrero azul

Trabajo rápido realizado con rotuladores, tinta, y unos toques de pinturas de color.





domingo, 13 de febrero de 2011

Payaso farola.

  Hoy quiero dedicar éste dibujo, no a los vagabundos en general, ya que, como en todo, pienso que los hay porque realmente son vagos, o destrozaron su vida o la de otros; pero también los hay porque tuvieron muy mala suerte en ésta vida. Es a éstos últimos que se lo dedico: Empresarios que arriesgaron y les salió mal, gente que después de trabajar un montón de años les quitaron todo, etc...


Pinturas acuarelables en seco. Papel de 29.5 x 21 cm.
Precio: 20 €


El dibujo lo he hecho con pinturas de colores y toques de tinta, en papel de dibujo y tamaño folio.


jueves, 10 de febrero de 2011

Casa para Daisy

Hoy os voy a presentar una faceta mía que no conocéis y aprovechando la confianza que aquí me dais os paso a comentar. Se trata de que me gusta hacer cosillas de bricolaje.
Algunos de vosotros ya sabéis que desde hace unos meses tenemos una gata en casa. Duerme en su cajita, pero entre mi hijo y yo nos planteamos hacerle una casita de madera.



La hemos ido haciendo en fines de semana y a ratitos ( debo decir "hemos" porque me ha ayudado realmente)



Éste es el lugar donde la colocaremos en cuanto se le quite el olor a pintura.




Le pusimos unas bisagras para poder acceder a su interior y poderle colocar su manta favorita.





Aquí os muestro a la futura inquilina, a la que hubo que meter dentro su peluche para que se quedara quieta para la foto.




Por cierto, aquí le veis afilando sus uñas. Para los que tenéis gatos, un consejo, y es que he descubierto que el mejor rascador es un felpudo. 
Sabréis que a los gatos se les debe poner un rascador si no queremos que nos estropeen cortinas, sofás, etc.... Con Daisy no acertábamos con un rascador que le gustara, pero sin embargo cada vez que oía que se abría la puerta iba derechita al felpudo. Entonces me dije: "A Daisy le hace falta un feltpudo". Os lo aconsejo, desde que le compramos el felpudo, no araña ningún otro sitio.


Por último, una simpática foto de Daisy con sus peluches en casa.



Un saludo para todos mis seguidores y amigos.



sábado, 5 de febrero de 2011

Acueducto de Segovia

Acueducto de Segovia:



En ésta ocasión he necesitado más tiempo para mi dibujo. Y es que no sé muy bien el trabajo que le pudo llevar a los romanos hacerlo, pero tiene tela la paliza que me he pegado a colocar piedras...que he acabado hasta cansado.
Bueno, fuera bromas; espero que os guste éste nuevo dibujo. Debajo os adjunto una preciosa leyenda que encontré sobre éste monumento.

  Leyenda del acueducto de Segovia:


Antes de la construcción del Acueducto, los segovianos debían recorrer un largo camino fuera de la ciudad para recoger el agua que necesitaban diariamente. Cuando precisaban grandes cantidades, se veían obligados a hacer varios viajes al día.
  Y cuenta la leyenda...( que así empiezan todas las bonitas leyendas), que una muchacha, que servía en una mansión situada en lo más alto de la ciudad, tenía entre sus obligaciones cuidar de que no faltase en ella el líquido elemento.
Diariamente tenía que bajar a la plaza del Azoguejo, con dos cántaros y regresar cargada con ellos; la muchacha se sentía muy desdichada por la tarea que tenía que llevar a cabo, día tras día, sus fuerzas se fueron extinguiendo hasta debilitarla de tal modo que temía no poder seguir con su trabajo.
En una ocasión en que el calor contribuía a hacer más dura la tarea, se sentó en una esquina de la cuesta, tan desesperada que lanzó una exclamación:

- ¡Daría lo que fuese con tal de liberarme de esta esclavitud!

Justo en el momento de terminar su exclamación, oyó una voz que le decía:

-¿Es verdad eso que dices?

- Claro que si, pero soy pobre y no tengo nada que dar, respondió acongojada.

Al momento apareció un hombre moreno, con barba, muy elegantemente vestido de negro. Y le dijo:

- Yo haré llegar el agua a la puerta de tu casa, y sí que puedes darme algo a cambio... ¿me darías tu alma?

- ¿Mi alma? Claro, y yo ¿para que quiero el alma si no me sirve de nada?

Sacó el hombre de negro un pergamino, entregándoselo a la muchacha que debía firmarlo con su propia sangre, en el cual se acordaba la entrega de su alma cuando el agua llegase a la puerta de su propia casa. La muchacha, a punto de firmar el pergamino, impuso como condición que el agua llegaría al lugar pactado antes de que el gallo cantase al amanecer, porque no era capaz de resistir una jornada más. Aceptó la condición el hombre de negro y acto seguido firmó el acuerdo la muchacha, viendo como el hombre se transformaba en el mismísimo diablo y desaparecía, esparciendo un fuerte olor a azufre y lanzando una estrepitosa carcajada.
Cargó de nuevo la muchacha con los pesados cántaros y se alejó del lugar, pensando que el calor y el cansancio le habían producido un mal sueño.
No se acordó del suceso en todo el día, pero al llegar la noche, se desató sobre Segovia una extraordinaria tormenta, nunca vista antes por aquellos lugares. Los rayos y centellas eran intensamente atronadores y luminosos. Tanto que parecía ser de día.
La muchacha despertó asustada y pronto comprendió que el suceso de la tarde anterior no había sido solo un sueño... se sintió entonces aterrorizada.
Allá a lo lejos divisó al diablo, que volaba por los aires transportando enormes piedras, cavando zanjas y levantando con una velocidad impresionante, los pilares que darían lugar a los arcos sobre los que pasaría la acequia canalizadora del agua desde el arroyo Acebeda.
Aterrorizada, la muchacha no pudo dormir más, manifestando en oración a Dios su más sincero arrepentimiento y suplicando que no se cumpliera el pacto. Rogaba por la salvación de su alma y observando a través de la ventana como el diablo avanzaba a pasos agigantados en la construcción de tan impresionante acueducto. Creyendo perdida para siempre su alma, pues ya estaba la obra concluida a falta de colocar la última piedra que llegaba de camino, cuando se escuchó el canto del gallo y asomaba el primer rayo de luz de la mañana. Atónito se quedó el diablo al escuchar el canto del gallo y furioso por haber perdido por un segundo la apuesta.
Cuando los segovianos se levantaron y vieron aquél extraordinario acueducto, no comprendieron porque estaba allí. Fue la muchacha, aún asustada por haber estado a punto de perder su alma, la que contó al sacerdote lo que había ocurrido.
Y en acción de gracias, los segovianos llevaron hasta el acueducto una imagen de la Virgen y otra de San Esteban, patrón de los monederos segovianos, colocando una a cada lado, justo en el hueco que el diablo había dejado por colocar la última piedra.
Desde entonces, los aguadores segovianos pudieron hacer más llevadera la tarea de abastecimiento de agua, gracias al diabólico acueducto que, aún hoy, sigue protegido por las imágenes.



Confío en que ésta leyenda os haya gustado tanto como a mí en el momento en que la descubrí, ahora os plantearé un reto bastante fácil: ¿Quién de vosotros ve el hueco que el diablo dejó en el monumento y que ahora están en él la Virgen y San Esteban?


Un abrazo para todos.